Estamos tan acostumbrados a oír términos como “placas de cerámica” o “sistema de iones” cuando se habla de planchas, que en ocasiones ni nos preguntamos qué es eso ni qué tecnología estamos utilizando para retocar una y otra vez nuestro cabello.
Inicialmente, las planchas que utilizábamos eran de aluminio, pero eso poco a poco fue desapareciendo porque el contacto del metal con nuestro pelo podía erizarlo. Es entonces cuando empiezan a surgir las planchas de cerámica o iónicas, que aunque también llevan aluminio, utilizan ciertos elementos para recubrirlo, como el teflón, el polvo de cerámica o el titanio.
Esto elimina la electricidad estática que las anteriores formaban en nuestro cabello, y además, es más fácil combinar estas planchas con determinados productos de alisado. También ayudan a alargar la vida de nuestras planchas.
Por tanto, cuando leemos que una plancha es iónica o contiene iones, a lo que se están refiriendo es a que eliminará la electricidad de nuestro cabello, logrando un planchado mucho más eficaz, sin que el pelo se erice.
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